Con ya 30 años en mi haber, he tenido varias relaciones. En general no sufrí, salvo con el anteúltimo que la pasé mal en serio.
Sin embargo, aún después de dejar a cada uno de mis novios en ese momento (si, jamás me dejaron, no se qué se siente), nunca me pasó lo que me sucede ahora que es no querer estar con nadie.
Siempre que terminé una relación, estaba dispuesta a un nuevo amor. Obvio que no llegaba enseguida, pero yo quería que Cupido vuelva a flecharme.
Hoy es distinto. Hoy estoy disfrutando estar un viernes por la noche pelotudeando en la compu sin tener que estar con ganas de salir, de arreglarme, o incluso de tener sexo.
Después de tantos años satisfaciendo las necesidades de los otros, señoras y señores, es un gran ALIVIO.
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